Pistas para la detección temprana de los TCA

Rocío Díaz Callejo
Psicóloga Clínica

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son a menudo mal entendidos y subestimados, lo que puede llevar a un sufrimiento silencioso para quienes los padecen. La vergüenza y el componente ego-sintónico asociados con estos trastornos a menudo los mantienen ocultos en la oscuridad, lo que hace que la detección sea crucial para intervenir a tiempo y ofrecer el apoyo necesario.

Más Allá de lo Evidente

Más allá de los cambios visibles en la conducta alimentaria y el peso, es importante prestar atención a otros signos más sutiles que podrían indicar la presencia de un TCA:

  1. Cambios en el aspecto físico: Observar cambios extremos en la elección de la ropa, como usar prendas excesivamente anchas para ocultar la forma corporal o prendas demasiado ceñidas para mostrar una delgadez extrema, puede ser un indicador de un TCA.
  2. Cambios en el estado de ánimo: Los TCA pueden ser un intento de regular emociones difíciles de manejar. Estar constantemente irritable, triste o aislado puede ser una señal de alerta.
  3. Cambios en el ritmo de actividad: Un aumento o disminución significativa en la actividad física, que puede ser una forma de distraerse o quemar calorías, junto con el aislamiento social, puede ser un indicio de un TCA.
  4. Cambios relacionales: Observar un deterioro en las relaciones significativas o un aumento en relaciones superficiales o tóxicas puede ser un reflejo de la influencia de un TCA en la vida social.
  5. Cambios en el discurso: Prestar atención a cómo se habla sobre la comida, las dietas, el peso o la imagen corporal puede revelar una obsesión o tabú en torno a estos temas, lo que podría indicar la presencia de un TCA.

 

Estas señales, junto con los síntomas más evidentes como las fluctuaciones de peso, la presencia de vómitos, o incluso notar que falta comida en casa, son clave para detectar un posible trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Sin embargo, la detección por sí sola no es suficiente si no va acompañada de una intervención adecuada. Ignorar estas señales o minimizar su importancia puede cronificar la situación, prolongando el sufrimiento tanto para la persona afectada como para sus seres queridos.

Restringir cantidades de alimentos

Si bien es cierto que si reducimos la carga calórica que proviene de los alimentos, estaríamos influyendo en balance energético final, este error nos puede llevar a fracasar rápidamente. El organismo en situaciones de privación alimentaria, reacciona y pone en marcha una serie de mecanismos que van a intentar regular esa carencia, provocando más sensación de hambre para compensar esa restricción y reduciendo el gasto para contrarrestar los efectos de la falta de alimentos.

La Necesidad de Intervención Específica y Apoyo Familiar: Caminos hacia la Recuperación

Los TCA son condiciones graves y complejas que generan un gran impacto emocional y físico en quienes las padecen. Es común que surjan pensamientos que minimizan la gravedad del problema, como «solo se cuida mucho» o «es una fase típica de la adolescencia». Sin embargo, estas actitudes pueden ser potencialmente dañinas y retrasar el acceso al tratamiento necesario.

Es fundamental entender que la alteración de la alimentación es más bien una consecuencia de un problema subyacente, y no el problema en sí mismo. Por lo tanto, abordar un TCA va más allá de simplemente enseñar a la persona a comer de manera saludable. Requiere una intervención terapéutica específica y intensiva, que incluya a la familia como parte integral del proceso de recuperación.

Reducir a la persona a su enfermedad o a su apariencia física puede alejarnos de ella y dificultar nuestra capacidad para brindar un apoyo efectivo. Es importante adoptar un enfoque comprensivo y centrado en el individuo, reconociendo su dignidad y su lucha personal. Solo así podemos ser un recurso eficaz en su camino hacia la recuperación.

Si tú o alguien que conoces está luchando contra un TCA, no dudes en buscar ayuda. En Rocío Díaz, Psicóloga Clínica en Santander, ofrecemos un enfoque comprensivo y centrado en el individuo para abordar los desafíos asociados con los TCA. Recuerda, la recuperación es posible, y estamos aquí para acompañarte en tu camino hacia el bienestar emocional y físico. ¡No tienes que enfrentar esto solo!

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